11.9.08

Berlín, ciudad de contrastes


La decisión estaba clara. Había recibido muchas recomendaciones de mis amigos de que Berlín era la ciudad perfecta para una visita en vacaciones. Había una serie de factores que me echaban un poco para atrás, el más importante el del idioma, no por mí, sino por mis padres que iban a venir conmigo. Pero eran minucias comparadas con la posibilidad de conocer una de las ciudades más dinámicas y modernas de toda Europa.


Como datos prácticos, decir que tanto el viaje como el hotel los contraté por internet, en EasyJet y en Booking.com respectivamente. Los precios varían mucho, pero no es un viaje caro. La mejor época para viajar a Alemania en general es el verano, y en Agosto en particular, pues es un país frío y húmedo, en el que a partir de Septiembre se hace de noche muy temprano. A diferencia de otras grandes ciudades europeas, Berlín no es una ciudad muy luminosa. Alemania es un pais muy concienciado con la ecología, y para ellos es impensable gastar tantísima energía en iluminar la ciudad de noche. Por lo tanto para ver Berlín es mucho mejor hacerlo en horario diurno, cuando el sol ilumina la ciudad.


El viaje se hace desde Barajas y te deja en el pequeño aeropuerto de Schnoefeld, donde un autobús te acerca a la entrada del metro, que a su vez te deja en la puerta del hotel.


Mi visión de Berlín al principio fue contradictoria. Tardé dos o tres días en entender qué me pasaba, en captar, como decía mi padre en tono burlón, el “espíritu de Berlín”.


Y es que Berlín no es una ciudad. Son dos ciudades. No es una gran ciudad dividida en dos, ni son dos ciudades fusionadas en una, sino que son dos ciudades, y punto.


Todos conocemos la historia a grandes rasgos, pero no está de más revisitarla una vez más, porque nos va a ayudar a comprender mejor lo que escriba a partir de este momento.


Alemania como país no existía hasta hace relativamente poco. Antes era un conglomerado de pequeños estados que estaban constantemente enfrentados entre sí, pero que compartían una serie de rasgos comunes. A partir del siglo XVIII el estado de Prusia gana poder, en la época de Federico II, considerado el monarca más importante de la historia de Alemania. Tras una serie de conflictos, Prusia crece, y no muchos años después, con Otto Von Bismarck en el poder, absorbe a la mayoría de los pequeños estados que tiene a su alrededor. Al llegar al poder el emperador Guillermo II no sabe continuar la política de Bismarck, y se desencadena la primera guerra mundial, que deja el pais deshecho moral y económicamente, siendo terreno abonado para la llegada de Hitler al poder. Los años siguientes a la primera guerra mundial ven cómo de las cenizas nace uno de los paises más poderosos del mundo, y la ambición germana desencadena la segunda guerra mundial. En esta época es cuando se produce el holocausto judío, que sin duda es uno de los puntos más importantes para entender la ciudad de Berlín. Pero es la posguerra, que deja el país entero dividido, lo que realmente marcaría el devenir actual de la ciudad. La división entre la alemania oriental, o comunista, y la alemania occidental, más alineada con el pensamiento capitalista, hace que sea necesario levantar un muro que permanecería alzado durante casi treinta años, marcando dos crecimientos paralelos y muy diferenciados entre las dos partes de la ciudad.


Por lo tanto tenemos dos acontecimientos en pleno siglo XX, que son el tercer reich, y la división entre comunistas y capitalistas, que marcan por completo el paisaje de la ciudad de Berlín, y que nos ayudan mucho a entenderla. Por ejemplo no es una ciudad en la que haya un centro, sino que hay dos, uno en el Berlín oriental, y otro en el occidental. Los lugares turísticos están repartidos por toda la ciudad y están realmente lejos unos de otros. En lugar de un parlamento, hay dos. Lo mismo pasa con palacios de la ópera, etc.


Probablemente esta historia convulsa deja marcados a los berlineses, en cierto sentido, y les hace perder hasta cierto punto su identidad nacional. Durante los últimos veinte años se ha llevado a cabo un importante trabajo de volver a los valores germanos, pero sin perder toda la humildad que han adquirido tras todos estos acontecimientos.


El alemán berlinés es una persona muy correcta y educada, en general silenciosos, pero prestos a ayudar al pobre turista perdido. La mayoría de los alemanes hablan inglés, con lo que la frase “Do you speak english?” será respondida casi siempre con un educado “A little bit” (un poquito), para continuar con un altísimo dominio del lenguaje, que nos puede dejar un poco desconcertados.


En cuanto a la distribución de la ciudad, precisamente por la historia que comentaba antes, se divide en una serie de barrios, cada uno de los cuales tiene una serie de puntos especialmente atractivos, con lo que en un principio lo mejor es plantear una serie de recorridos de tal forma que así puedes aprovechar mejor el tiempo.


En el siguiente post voy a escribir sobre el palacio de Charlottenburg, un palacio rococó espectacular de la época de Federico II afincado en pleno Berlín occidental, y de la Konstancer Platz, antiguo centro neurálgico de la ciudad venido a menos durante la guerra fría y que en la actualidad alberga algunos de los edificios más impresionantes de la ciudad. Espero estar abriéndoos el apetito viajero!


Por cierto, este post lo estoy publicando desde un sitio cerca de mi casa, que se llama "elfino", y que amablemente me ha dejado utilizar su conexión wifi. El sitio es una pasada, pequeñito pero super acogedor, así que muy recomendable!

6 comentarios:

No hay 2 iguales dijo...

Pues yo Berlin no creo que lo cate cuando vaya..Yo me iria a la ciudad de Nick Heidfeld, Mönchengladbach (y no lo pienso pronunciar)..De alli tengo cerquita Düsseldorf y Colonia (que tengo muchisimas ganas de hacerle fotos a esa catedral hermosisima que tiene).
Luego quizas me baje, dos dias solo, hasta Aschaffenburg (que tampoco pienso pronunciar)a ver al resto de familia (aunque creo que a mis dos primos no los vere de todos modos).
Me iria eso del 23 de dic para volver el 3 de enero, desde Santander con Ryanair..en principio..pero mas omenos son las fechas que barajo por el precio del avion mas que nada (90 € i/v)...
Pero bueno, esto es solo un pensar...ya se vera como va el aunto pq Ryair ni siquiera a empezado a operar desde el aeropuerto de Weeze (tiene previsto hacerlo a partir del 28 de octubre)..asi que hasta despues de San Martin (11 de noviembre)pues no sabre nada fijo.
Besitos !!.

No hay 2 iguales dijo...

Uy, mirando mas fechas he visto que si me voy el 18 y me vengo el 1 de enero los 90 € se me quedan en 44 €, je....pos hala, esperemos que no cambie la cosa que la Lily necesita conocer mundo.

faustoArt dijo...

Solo dos lecturas. Por un lado no dejes de hacerlo, que de momento es fácil y barato viajar, pero eso no será así siempre. Y por otro lado, no lo dejes pasar mucho tiempo que enseguida empieza el mal tiempo, y eso en Alemania es aun peor. Además los días son muy cortitos, y va a estar un poco triste el tema, así que no lo dejes!
Un beso muy fuerte guapa!

El Rey Tomberi dijo...

Fausto! Por Dios! "combulsiones" me dan a mi al leer el post :D

Corrige el párrafo que empieza por "Probablemente.." anda...

Y saliendo de la crítica lingüística, yo también animo a quien quiera ir a Berlín, a comer carnona, beber cervezona, y comer unas tartas que son la más clara manifestación de Dios sobre la tierra. Un viaje 100% recomendable.

faustoArt dijo...

Ok, corregido :D
Dios mío, espero no estar convirtiéndome en uno de estos bloggers conciliadores que aceptan los errores sin protestar :D

Unknown dijo...

La vagancia me impidió amonestar vilmente al artista por esa terribilísima falta de horticultura, así que ahora que Rey Tomberi lo hizo, me subo al carro de las reprimendas. Y sí, te haces muy conciliador y aceptas facilmente las broncas de los demás, pero seguro que te redimes cuando contestes a esta santa chorrada que estoy escribiendo.

Sobre historia de Alemania, sabes que aquí tienes a uno que te puede aburrir sobremanera.

Y si tú te vas de viaje a Alemania, yo me voy también de viaje, a un sitio algo más cerca, Granada, por octava vez. Bueno, en realidad ya he llegado, y cada vez má senamorado de esa ciudad. igo recomendando que vayas a verla, Fausto.

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